El cigarro de las diez, el café de menos diez y algo de
ceniza embriagándose de él, los croassaints del mercado recién puestos en el
plato y el viento de octubre haciendo nudos en el pelo mientras el mundo sigue en pleno contacto con
el mismo y mafalda diciendonos que le paren que se quiere bajar de él.
En estos días veraniegos de otoño donde el sol calienta pero
no quema y las terrazas aun son testigos de los martinis que hablan de nuestras
rutinas improvisadas y Mr Wonderful nos motiva diciendo que hoy es un gran día
para sonreír y sonreímos porque Andrés Suarez nos dijo que si queríamos le
decía a Sabina que nos nombrase mientras le pedíamos mas razones al cielo del
color de tus ojos donde el equilibrio es imposible cuando yo me veo reflejada en ellos.
Y la lista de mis vicios cada vez se hace mas larga pero aun
no ha podido igualar al tiempo que llevo sintiendo el latido de mi corazón
suspirar por tus besos algún día dados en el colchón de mi cama donde nos
quedamos sin aliento con el placer de estar disfrutando aquel deseo de cosas
imposibles hechas realidad al igual que una bendición soñada cada noche por
esos que peregrinan por el olvido como si fuese el camino de Santiago que aun
no saben que el olvido esta lleno de memoria y a veces hay que tirar rencores
por la borda porque nadie sabe ni puede aunque quiera olvidar un gran simulacro
lleno de fantasmas.
Imaginamos sin mar pero mojados pero cada uno en su barco y
miro la cara que tiene la luna mientras busco el futuro en la tuya que la encuentro
solo cuando me hablas pero sin hablarme e indirectamente directo llega el
mensaje a mi buzón donde archivo todas las ganas de ti que hay en mi y que por
miedo no haya viernes sin erre en nuestro calendario; hablo de la combinación
de ginebra y tónica, del aceite de oliva virgen con el seductor vinagre de
módena, hablo de un nosotros… Porque amor es vivir cada momento intensamente
mientras el tiempo se vuelve relativo si tu estas a mi lado.
“-Digo tú y es que estoy vivo.
Y lo veo escrito por mí, y es
que viví.
Y al decirlo se me llena la boca de palabras.
Todas las
palabras que te he dicho, todas las que te he escuchado decir.
Todas las
palabras que te rozan.
Digo tú y digo todas tus palabras.
Leo tú y tengo que decirlo, que
escribo.
Tengo que seguir viviendo, diciendo tú.
¡Tú!
Pensando en ti con cada palabra
tuya.
Tú eres todo lo que no soy yo y mucho de lo que sí.
Cuando diga ella y lea tú.
Es la idea que me agrade por las
noches, la idea que me aterra hoy, cuando aún escribo tú y sé quien eres; No
quien eras ni soy.
Ella; puede serlo cualquiera.
Tú; sólo puedes ser tú.”