domingo, 29 de diciembre de 2013

Luces errantes en tierra extraña

Pongamos que tu eres yo y yo soy tú y vivimos en un mundo paralelo...

Donde sólo Dios sea quien nos juzgue de nuestros pecados o que solo tengamos una cara que mostrarle al mundo y no necesiten nuestros cuerpos estar muertos para hablar latín con lucifer.

Donde amor no sea solo cosa de poetas y este prohibido etiquetar a las mujeres por hacerlo como los hombres.

Donde los besos sepan a trufa si me los da una mujer y las caricias que estimulen tu piel sean provocadas por la mano de un hombre. 

                                "Hoy podría hablar de su voz que promete, de su alma que no siente, 
                                 de su corazón que miente, de sus promesas, que como un pequeño barquillo,
                                 en el furor de la tormenta, se mece de un lado a otro sin saber donde parar.
                              
                                 Hoy podría hablar de su boca, que besa y besa. 
                                 Que junto al oído miente y miente, y como un hipnótico quita la voluntad, 
                                 no deja pensar y ademas convence." 
                                                                                                                         Mario Beer-Sheva


Podría ser sutil, pero hace tiempo que no me renta, viendo que en las herencias se siguen dejando sin consolidar los argumentos de que existe únicamente una sexualidad correcta y normal y lo otro es antinatura. 

A esos gilipollas mal follados me gustaría preguntarles si su vida es una mierda y la envidia de ver felicidad a su alrededor les produce herpes y por eso tienen que molestar. 





Y así anda la sociedad de ciega, pero no estés triste, corazón, que esta noche te voy a hacer el amor por cada una de esas almas rotas llenas de hipocresía. 

miércoles, 4 de diciembre de 2013

La abolición de los preliminares

Imagina-Marwan

Imagina que estás despierta y sin rasguños.
Imagina que es domingo y eres feliz
y la calle es blanca para que vueles hacia un lugar soñado.
Imagínate feliz en playas sin gasolina,
ni lunes acorralados, imagínate
conduciendo sin preguntas.
Entonces corres a sus brazos y los dos se perdonan,
como si os pareciera una historia narrada en tercera persona,
por irreal y por bella.
Imagina que os dais cuenta
de que intentar llevar la razón te quita la paz.
E imagínate que hacéis el amor en cualquier parque
porque la vida así lo pide
y queda a cien metros la casa
y eso es demasiado esperar.
Y ya puestos a elegir
imagina que ese tipo soy yo
que esta página es mi mano
que estas letras son mi voz bajando por tu cuello.
Imagina también que somos otros
porque nos tocamos y todo cambia
y que todo aquel dolor era solo
la antesala de esta vida nueva.
Tal vez así podamos volver a estar juntos
en algún otro lugar y no solo en este poema.