martes, 16 de septiembre de 2014

Carta a París

He empezado una nueva dieta, 
Por las noches paso hambre pero lo llevo bien.
Como se llevan todas las cosas que tienen en común tu nombre conmigo.
A la inversa.

Por las mañanas, en Madrid ya hace frío, pero tengo entendido que por donde tu estas es superable.

Siempre tuviste relación con el tiempo de la ciudad de la luz, tan gris y a la vez, que no por costumbre, tan brillante.

Igual de ahí mi ceguera.  
Por ti.

En un mes vuelvo a París. 
Cuesta creer que a esa ciudad las horas del reloj le siguen funcionando desde que despegamos en julio.

No vuelvo sola pero aún no se cuan relativa puede llegar a ser la soledad y la tristeza según tu distancia.

Vuelvo, vuelvo, vuelvo...
Pero no es contigo, ni a ti.

Y lo peor de todo no es dejar de estar, por que al fin, uno acaba acostumbrándose a todo.
Como a seguir viviendo después de verle la cara a la muerte.

Realmente, lo que es jodido, es que el verbo ser ya no se ligue a la primera persona del plural. 
Y no es su culpa...
Lo que pasa es que tu ya no juegas en primera liga y yo la perdí por París aquel invierno.

En dos días tengo una de esas fiestas que tanto odiabas pero que terminabas yendo a base de chantaje emocional.

Ojalá
 pudiese
  una vez más
     declararte 
       guerra de sexo.

Nunca nos faltará París,
Pero sí amor y fin.
"Let´s move to Paris, shoot some heroine and fuck with the stars."