¿Fuiste capaz de preguntar por mi o por mis restos después de darme la extrema unción?
Posiblemente, no sepas si fue una muerte causada por el último adiós salido de tus labios o un suicidio entre ciego y ciego mientras me desinhibía de la realidad con el humo de un canuto gozando de placer porque un desconocido me estaba comiendo todo el alma, pero él, no conseguía llenarme y yo me iba vaciando y consumiendo hasta mi último pestañeo y de mientras el rimmel se despedía de mi, corriendose por mi cara y tu ya no estabas allí, porque decidiste que ese ya no era tu rincón favorito de la ciudad y yo, hacia ya un tiempo que únicamente celebraba mi funeral en vida.